4/12/06

detrás de la mentira hay una luz

Ni yo soy Zoe, ni él es Camus, pero dado que Lo Inesperado no pudo conciliarse con nuestros nombres, al menos me permito la licencia de este espacio inesixtente, de estos nombres irreales, para recordar que existió. Que Lo Inesperado nos abordó un día, sin permisos ni excusas, y nos llevó por un camino afilado y brillante, tan lleno de espinas como de bondades.
Esta es una vindicación de realidad de unos meses, de una historia, que la otra parte de mi misma, esa que no escribe aquí, se ha encargado cuidadosamente de borrar, ignorar, esconder y negar.

2 comentarios:

ybris dijo...

Ciertas cosas nunca son mentira si se pretende invocar lo inesperado.
Siempre hay una parte de nosotros que se encargue de recordar a la otra cuánto le debemos a la sorpresa que algún día nos invadió.

Gracias por tu visita y besos.

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Me parece un bonito detalle para ti, para él y para vuestros recuerdos.

Será como una terapia? Bueno, pero que estos retazos de remembranzas no te hagan estancarte, eh.