17/6/07

Para uno, si mira

Zoe tenía frío.
Se ha cerrado la cazadora y ha arrancado la moto con el tacón de la bota.
El viento no le hace cerrar los ojos, no es ella la que se mueve, es la carretera la que ha empezado a deslizarse hacia atrás, quien sabe hacia donde.
Ahora solo queda enjoy the ride,www.chicadura.blogspot.com
Fue un placer

12/12/06

excusas

-Nunca supe muy bien como definirlo – me dijo, ambas manos rodeando la loza blanca de la taza, adquiriendo su calor- A veces lo calificaba a bandazos, de un extremo al otro. Es solo un polvo, y además, no solo está mejor callado, si no que era mucho mejor en mi imaginación. Lo cierto es que esta forma de enfocarlo me venía bien. Pero era igual de falsa que aquella otra, más alta, en la que decía que no había podido hacer nada para evitarlo. Que no se le pueden poner cadenas al mar, y que el corazón va por donde quiere y bla, bla, bla...

Tenía una sonrisa colgada en la boca. Mientras hablaba. Me producía curiosidad aquel rastro de cinismo. Parecía no ser consciente de su propia transparencia. Bebió un sorbo de te, pensativa. Parecía más estar poniendo en orden sus ideas, que contándomelo a mí. Tal vez, pensé, aún tiene cuentas que ajustar consigo misma.

- No me lo esperaba- confesó mirándome a los ojos- Nunca pensé que me iba a pasar aquello. Incluso cuando estaba con él, y todo saltó de mis manos, y salió rodando y avasallando y haciendo que todo temblara, ni si quiera entonces pude llegar a tiempo para ser consciente. Yo he vivido siempre aquí, tú sabes lo que significa eso. Sencillamente aprendí a callar algunas cuestiones. Las complicadas. Las que cuesta entender. Algunas por las que hasta tú arrugas la nariz. - Era verdad. Mara siempre me había parecido una persona compleja. Demasiadas preguntas- Sospecho que simplemente pensé que nunca iba a encontrar a alguien que lo entendiera. Así que escondí, como recortes de algo inservible, aquellas partes raras de mí misma. Y conocí a Manu. Es imposible no querer a Manu, su forma de aceptarlo todo, su vitalidad. Su ternura. Por eso Camus fue totalmente inesperado. Caer así de conscientemente, simplemente saber que estaba allí, que era el eco de mis palabras, que a cada pliegue suyo le correspondía una doblez en mi mente.

Mara tomó otro sorbo, como aún luchando con algo, vagamente.
-¿Te enamoraste de él?- acerté a preguntar, estúpidamente. Ella sonrió.
-No era eso. Yo ya estaba enamorada de Manu, y no podía hacer nada contra eso. Ya le había dado todo lo que era. Y con tanta suerte que él se había dado en la misma medida.
Camus, sencillamente llegó fuera de tiempo. Le he buscado toda la vida. Le esperé siempre. Pero creí que no existía. Así se quedó.

-Y te arrepientes...
- No, que va- Sus ojos brillaron- Estoy feliz de saber que existe.

4/12/06

detrás de la mentira hay una luz

Ni yo soy Zoe, ni él es Camus, pero dado que Lo Inesperado no pudo conciliarse con nuestros nombres, al menos me permito la licencia de este espacio inesixtente, de estos nombres irreales, para recordar que existió. Que Lo Inesperado nos abordó un día, sin permisos ni excusas, y nos llevó por un camino afilado y brillante, tan lleno de espinas como de bondades.
Esta es una vindicación de realidad de unos meses, de una historia, que la otra parte de mi misma, esa que no escribe aquí, se ha encargado cuidadosamente de borrar, ignorar, esconder y negar.